Lee.Sueña.Vuela

facebook twitter instagram goodreads
  • About
  • Reseñas
  • Secciones
    • Jueves de clásicos
    • Cover WTF!
    • Cover Porn
    • Hauls
    • Series y pelis
    • Favoritos
    • Pregúntale a Gato
    • Tips escritura
    • Más
  • Citas
  • Sorteos
  • Prensa

 Las noches de verano, mi mamá nos llevaba a cazar ovnis.

Nos cargaba en su Renault 12 celeste a mi hermana, a mi abuela y a mí, junto a cualquiera fuera el primo de turno que se estuviera quedando en casa, y salíamos por andurriales impensados persiguiendo luces en el cielo cargado de estrellas.

Tengo muchísimos primos. Y a principios de los 90 éramos las únicas que teníamos una Pelopincho, así que parte de las vacaciones se pasaban en “lo de la abuela” lo que, ya que vivíamos en el mismo terreno, se traducía en “en lo de la tía Rosi”.

La siesta la pasábamos en lo de la abuela, envueltos en una nube de Flit y encerrados “a lo oscurito” hasta que bajara el sol, aunque ni las modestas persianas de las puertas ni algunos de los agujeros que matizaban el techo altísimo, hacían mucho contra el resplandor de las dos de la tarde.

Jugábamos sin parar en unos pisos de madera resecos y llenos de huecos, que pedían a gritos cera y todos soñábamos con levantar algún día para ver qué tesoros escondían, porque el tío Daniel siempre nos contaba de la multitud de autitos y bolitas que se habían perdido bajo alguna tabla suelta.

Como mis primas más grandes siempre me agarraban los juguetes, un día, jugando a la banda, usé un cuadro de la Virgen de pandereta. Mi prima Flor se enojó y detrás de un largo “Noooo” me dijo que Dios me iba a castigar.

Yo no sabía que Dios castigaba, pero, a partir de ese momento y por todo el resto de mi infancia, ante cada altercado que se me cruzaba me preguntaba si ese sería el castigo que Dios me mandaba por usar a la Virgen de pandereta.

A la tarde, después de la pile, a veces nos dejaban ir a tomar un helado a la vuelta solos y era lo mejor. Nos sentábamos en una mesa al sol y hacíamos un enchastre entre grititos y carcajadas, y cuestionábamos anonadados a mi prima Gime porque no le gustaba el helado, aunque a veces se pedía uno de palito, y de todas formas nos acompañaba siempre porque era la más grande.

A la tardecita jugábamos en la vereda y las calles siempre estaban sembradas de, una de dos, sapitos o cascarudos. Y cuando digo sembradas es SEMBRADAS. Nunca más volví a ver tal invasión. Yo prefería a los cascarudos, porque los sapitos me daban asco. Además, me daban pena los “plit, plit, plit” cada vez que pasaba un auto e inevitablemente reventaba un montón. Al día siguiente las calles eran siempre un cementerio de sapitos o de cascarudos, pero los cascarudos me daban menos lástima porque parecían menos vivos.

Éramos adictos a la escondida, pero si estaba cierto primo no se podía jugar porque siempre arruinaba el juego quedándose atrás del que contaba y, en cuanto este se daba vuelta, él picaba para todos los compas. Lo que dejaba de ser divertido después de las cinco o seis veces, especialmente para el que contaba.

Después de unos panchos, llegaba el momento que más esperábamos: salir a cazar ovnis.

Mi primo Pablo siempre fue bastante geek, así que él iba adelante anonadado, colgando de la ventanilla del acompañante y señalando luces. Él era el más grande de todos, ya andaría por los 13 o 14, y estaba obsesionado con los aliens, tanto que estaba escribiendo un libro y eso era i m p o r t a n t í s i m o. (Lo leí en mi adolescencia, realmente un librazo).

Perseguíamos luces por la laguna o por los campos y alrededores, porque en el pueblo no era divertido. Llevábamos las ventanillas abiertas de par en par y escuchábamos sin variar Amistades peligrosas, Donato y Stefano y Sergio Denis, porque mi mamá todavía no se había obsesionado con Chayanne.

A mí me daba un poquito de susto porque estaba segura de que íbamos a encontrarnos con un alien feo al final del camino y rogaba que se atrasara el encuentro. Además, si estaba mi primo Facu, me iba contando bajito cuentos de miedo. Pero a la vez me encantaba y no veía la hora de que pasara. De que la próxima luz escurridiza fuera finalmente una nave.

La noche de la que no nos olvidamos nunca, y a la que inexorablemente sacamos a relucir para reírnos en cada Navidad en familia, fue la noche en la que llegamos hasta los pies de “la nave”.

“¡Allá!”, gritó mi primo Pablo y al final del bulevar, casi llegando al Puente de Bruno, una luz más brillante que la estrella de Belén parecía indicarnos el camino. Terror en la panza. Felicidad en los labios. Asustada, pero sin decir ni pío. Fuimos en dos ruedas, con mi primo colgando de la ventana para no perderla. Hasta que llegamos y entre risas y una cacofonía de “pero qué boludosssss”, nos quedamos un buen rato contemplando a la antena nueva que habían levantado vaya uno a saber cuándo.


👽👽👽


LECTURAS RECOMENDADAS:


Boy, Roald Dahl
La primera parte de la autobiografía del autor de clásicos infantiles que todos amamos, como Matilda y Charlie en la fabrica de chocolates, es una absoluta delicia que nos lleva de la mano a una infancia dificilísima, pero llena de magia e imaginación. Imperdible, completamente valiosa. RESEÑA.



Secretos de familia, Graciela Beatriz Cabal
Otra autobiografía, esta vez la autora le da voz a su niña pasada para llevarnos al corazón de su infancia en la Buenos Aires de mediados del siglo pasado. Una absoluta joya. No hay otra palabra. Esta seguidilla de travesuras y anécdotas se sienten increíblemente familiares, especialmente para aquellos que crecimos muy unidos a nuestros abuelos y tíos más viejitos. Amor absoluto. RESEÑA. 


Los reyes del mundo, Eduardo Sacheri
A través de distintos relatos, el autor comparte aventuras y travesuras de su infancia, esta vez una infancia mucho más cercana a nosotros, con la que varios nos sentimos profundamente identificados, pues algunas cosas nunca cambian. Un libro divertido pero, por sobre todas las cosas, hermoso. La infancia misma. RESEÑA.


BONUS: una canción

Seven de Taylor Swift
Aunque es una canción triste, creo que Taylor hizo un trabajo estupendo capturando los veranos de la infancia en este tema. No solo en la letra, sino también en la melodía. Es preciosa, para ponerte nostálgico y cantar a los gritos.

👽👽👽

El final del verano me pone inexorablemente nostálgica, incluso cuando el otoño es mi estación preferida. Que se acorten los días, que vuelva el frío, que los días perezosos de sol y buen clima se vayan acabando, me cala un poco el alma desde que tengo memoria.

Así que en este primer domingo de otoño, perfecto y disfrutable, decidí arrancar con esta sección sin nombre fijo, que vengo masticando hace un año. Siempre va a ser así: una reflexión personal sobre x tema y recursos para que ustedes también se inspiren y compartan sus reflexiones o escritos al respecto.
Espero que les guste tanto como a mí y quedan invitadísimos a contarme sobre los veranos de su infancia.

¡Abrazos!
Share
Tweet
Pin
Share
2 comentarios

 Acá debería ir ese emoji al que le explota la cabeza de la sorpresa. De la incredibilidad.

De hecho, vamos a ponerlo. Vamos a poner muchos: 🤯🤯🤯🤯🤯

Soy una persona a la que le cuesta mucho mantener la constancia. Me aburro rápido, me comprometo poco, mantener mi atención e interés en algo por un lapso de tiempo demasiado extenso es una epopeya.

Y sin embargo, a pesar de miles de altibajos y a pesar de que ya no somos ni de casualidad los mismos, porque yo no soy ni de casualidad la misma, acá estamos. Cumpliendo 10 años. Yo de este lado y ustedes del otro.

Y ya estoy llorando.

Amo mucho este blog, es mi mejor y más grande proyecto. Los amo mucho a ustedes, incluso a los que nunca jamás conocí ni conoceré. Me dan vida. Mucha vida ❤

Tenía grandes planes para hoy. El año pasado empecé con "el té de los sábados" por un motivo, y ese motivo era que estaba programando una fiesta para los 10 años del blog, un té nerd y fancy con amigos de la comunidad, con autores, con personas de la industria y por sobre todas las cosas: con ustedes. Iba a invitar a muchos de ustedes e iba a sortear algunos lugares extra. Llevaba ahorrando un montón de tiempo (porque iba a invitarlos, por descontado) y hasta estaba viendo salones cuando... ya saben lo qué pasó. El mundo se puso patas para arriba. Y creo que la vida de todos se puso patas para arriba. Ni siquiera sé por qué les estoy contando lo que no pudo ser en un día de festejo.

Quizá para que sepan lo importante que es para mí el día de hoy, y la ilusión que me hacen estos 10 años. ¡Yo que soy el ser más antisocial del mundo, jamás quise festejar ni mi cumpleaños y siempre pongo excusas para no ir a fiestas estaba organizando una para el blog y mis lectores! :3

Así de mucho los quiero. Y así de mucho importa Lee.Sueña.Vuela.

Este blog  me cambió la vida, todo lo que soy hoy por hoy es gracias a él. Y a ustedes. Porque sin lectores, ¿ustedes creen que yo seguiría acá 10 años después?

Bitches, please. Que a este punto ya nos conocemos mucho.

Solo me queda decirles por décima vez en todo este tiempo: ¡¡¡¡GRACIAS!!!!

Gracias, gracias, gracias, gracias.

Y perdón por fumarse mis cursilerías un año más. 

Lee.Sueña.Vuela no es lo que era. Lee.Sueña.Vuela no va a volver a ser nunca lo que era. Pero hay proyectos nuevos en mi horizonte que voy a compartir con ustedes más pronto que tarde y espero que les den tanto amor como a este blog, que va a seguir acá firme contra viento, marea, covid y la vida misma.

¡Los adoro a todos!

Antes de despedirme, les digo dos cositas más (sin promesas, ya saben que no las cumplo, jajaja):

-Vamos a hacer nuestro té fancy y nerd, no mañana ni pasado. No con las mismas dimensiones. Pero lo vamos a hacer. 

-Tengo mil entradas en borrador, les prometo contenido de calidad pronto. Y, si no me da el cuero para que sea de calidad, pelamos un Cover WTF! y todos contentos.


Por último, para mí los concursos ya re fueron. Pero por ser un aniversario especial quiero hacerles un regalito:

                            

En mi Instagram les estoy regalando mi libro, Esos raros relatos nuevos, más un paquetito de cariñitos y chucherías varias de esas que dejan a los lectores con el corazón contento.

👉CLICK ACÁ PARA PARTICIPAR👈


¡¡¡GRACIAS POR ESTOS DIEZ AÑOS!!! 

De todo corazón.

Los quiero,

Meli ❤

Share
Tweet
Pin
Share
18 comentarios

 ¡¡¡Hola, hola!!!

¿Cómo están, pequeñines?

Acá no van a encontrar reflexiones que empiecen con "a pesar de que fue un año difícil", "fue un año distinto, pero...". Tampoco van a encontrar propósitos, porque solo tengo dos imposibles de cumplir: dejar de usar tantos emojis porque estoy a un paso de ser la tía Irma con sus imágenes de Piolín deseando buenos días en comic sans. Y ser la hija de un filantrópico millonario europeo con casa de verano con vista al mediterráneo, que viva solo por su arte, sus amantes y el vacío de su vida privilegiada. Los dos son bastante improbables. Así que solo me limitaré a decirles:  


¡¡EXCELENTE 2021 PARA TODOS!!


Este año tiene la vara bajísima, así que dejemos que nos sorprenda para bien.

Pero, si hay algo que los lectores seguiremos haciendo es, duh, leer. Así que en lugar de venir a hablarles de mis mejores y peores lecturas del año como solía acostumbrar porque medio me aburre medio siento que a quién le importa, me propuse un desafío: hablarles de todos los libros que leí en 2020. En una oración.

Sí, yo que no tengo poder de síntesis. En una oración. Pero a veces queremos saber qué onda los libros que el otro leyó (yo sí, pues chusma literaria y contorsionista de bondi para leer títulos sobre el hombro de lectores distraídos), pero paja leer una reseña entera.

Sin embargo, todos van a estar linkeados a mi minireseña en GR o a mi reseña acá, si quieren ampliar sobre algún título.


Sin más preámbulos, veamos si me sale:

Find Me de André Aciman:  Placer culpable innecesario.

Nuestra parte de noche de Mariana Enriquez: Mi favorito del año, pídanme que mate por él.

Boquitas pintadas de Manuel Puig: Solo un maestro podría salir airoso de semejante tutti-frutti.

Red, White and Royal Blue de Casey McQuiston: Pequeña decepción, con resultados sexuales.

Cometierra de Dolores Reyes: Me decepcionó tanto que no deja de doler.

Leo quieres a Aries de Anyta Sunday: Lo esperable: risas, ternura y sexo gay.


Quién no de Claudia Piñeiro: Amo el estilo de Claudia, pero cada vez me gustan menos sus historias.

Ese verano a oscuras de Mariana Enriquez: Lo bueno, si breve...

Alguien camina sobre tu tumba de Mariana Enriquez: ¿Cómo una crónica histórico-arquitectónica me puede dar pesadillas?

Ceremonia secreta de Marco Denevi: La atmosfera de esa Buenos Aires rancia me caló hondo.

Buenos Aires Noir de varios autores: Devuélvanme mi dinero.

El rastro de la canela de Liliana Bodoc: Disfrutable.


Los sorrentinos de Virginia Higa: ¿Acaso este libro está hablando de mí y de mi familia?

El resplandor de Stephen King: Me aburrió pero abrió las puertas a una nueva obsesión.

Doce cuentos peregrinos de Gabriel García Márquez: Lo esperable: adoración.

Siete casas vacías de Samantha Schweblin: A veces hay que darle otra chance a los libros.

Mientras escribo de Stephen King: Todo autor y wanna be debería ir marchando a leer este libro.

Carrie de Stephen King: La escena que destruye todo me dio años de vida.


El misterio de Salem's Lot de Stephen King: ¿Su concepción del mal? *besito de chef*

La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón: El mejor de la saga.

El juego del ángel de Carlos Ruiz Zafón: El peor de la saga.

El prisionero del cielo de Carlos Ruiz Zafón: Un suspiro, pero qué buen suspiro.

El laberinto de los espíritus de Carlos Ruiz Zafón: Todo un viaje en sí mismo.

Los elementales de Michael McDonell: Es bueno, pero no tan bueno como te dijeron.


Diecinueve garras y un pájaro oscuro de Agustina Bazterrica: Un muy buen tutti-frutti.

Transradio de Maru Leonhard: Para leer en verano en el pueblo mientras te trillan los mosquitos y te carcome el vacío. 

Hacé que la noche venga de Leonardo Oyola: La trama es mala pero la narración te compra.

La casa de los eucaliptus de Luciano Lamberti: Lo turbio, si rural y retorcido, doblemente turbio.

Mujercitas de Louisa May Alcott: El libro con las mayores traiciones de la literatura universal.

Todos nos sale bien de Julia Coria: Cuando termine de llorar les cuento.


Las cosas que perdimos en el fuego de Mariana Enriquez: Una relectura esplendida para salir de un slump.

Elevación de Stephen King:



x

El jardín de las mariposas de Dot Hutchinson: HOLA

Las rosas de mayo de Dot Hutchinson: NUEVA

Los niños del verano de Dot Hutchinson: OBSESIÓN

Dot es una GENIA creando psicópatas, son excelentes sus novelas. Denles la chance (las pueden escuchar gratis y legal por acá).


❤❤❤


Hey, look Ma I DID IT! :D

Pude ser concisa casi sin hacer trampa T_T

De no creer. Aunque ya veo que voy a fallar fuerte en eso de no usar tantos emojis. Aunque no tanto como en volver a nacer como hija de un millonario, pero bueno. Cosas que pasan :P

Estas fueron mis lecturas del 2020 (solo las por placer, no cuento ni académicas ni laborales porque no me pongo metas anuales de lectura para competir conmigo misma ni leer más, solo para llevar un registro de qué leo). 

Así que chin-chin por un 2021 lleno de lecturas tan buenas como estas. 

¿Cómo anduvo su año lectoril? ¿Qué opinan de los desafíos de lectura anual? ¿Leyeron alguno de estos libros?


¡Nos leemos prontito!

Share
Tweet
Pin
Share
10 comentarios

 


¡Hola, hola!

¿Cómo andan, pequeños? 🎄🎅📚

Espero que muy bien y que quienes la celebren hayan pasado una bonita Navidad. Yo por suerte la pasé bien, pude reunirme con parte de mi familia y estuvo muy tranquilo todo. Creo que extrañarnos nos vino bien y, aunque las ausencias inevitablemente se sienten, el hecho de que no haya podido estar la familia completa reunida un poco ayudó a engañar la mente y jugar a que ya vas a volver a ver a todos los que faltan. 

Lo que acabo de decir es un bajón, lo sé. Perdonen.

Bien, este año me autoregalé varios libros y si bien tenía otra entrada programada para hoy, me pintó mostrárselos. ¿Por qué? No hay porqué. Hace años que no hago un haul acá. 

De hecho me estuve stalkeando a mí misma y el último fue este, el de mi cumple del año pasado y ni siquiera fue 100% de libros. Soy cero estratégica, porque a mis chismositos estás entradas les encantan y siempre fueron las que tienen más views. PERO BUENO xD


Sin más bla, bla, bla, mis autoregalos de Navidad, jóvenes:


Entrevista con el vampiro de Anne Rice

Saben que esta es mi saga preferida en la laif (si no sabía, ahora ya saben) y nunca tengo suficientes ediciones. La cuestión es que es de esa colección de terror que sacó el diario La Nación hace unos meses y no le presté atención por varios motivos, pero principalmente porque jamás les presto atención a esas colecciones, jaja

Pero hace unas semanas se lo vi a alguien en Bookstagram y vi que tenía prólogo de Mariana Enriquez, ¿una de mis autoras preferidas escribiendo el prólogo de mi saga preferida en la vida? Me hice pis y yendo.

Lo mejor es que solo me salió $600, ya que se lo compré a un kiosco de revistas que vende remanentes. Es tapa dura y bastante bonito. Un SUPERWIN.


La noche olía a jazmines, los amantes a traición de Olga Drennen

Lo vi en una librería de San Luis capital hace casi tres años y me enamoré del título + de la premisa de romance fortuito en la Buenos Aires colonial (uno de mis tópicos prefes), pero nunca lo compré o porque no se veía en librerías, o porque cuando sí, yo tenía otros gastos más urgentes o iba a comprar otra cosa.

Ahora sí lo encontré y pude comprar. 

Espero que esté bueno, porque lo esperé tres años. Jajaja. 


La sed de Marina Yuszczuk

¿Una autora argentina escribiendo sobre una vampiresa pateaculos en Buenos Aires? Dame fuerte, por favor.

Hay tan poca literatura de vampiros latina, que necesitaba con desesperación este libro. Que encima de todo, es muy bonito. Una edición preciosa, compacta, con muchos detalles. Fue un plus excelente.

Todas las fichas (y eso me asusta, pero todas las fichas).


Los peligros de fumar en la cama de Mariana Enriquez

Ya saben que soy fan de Mariana, ni me voy a detener a decirlo.

Leí este libro hará dos años, pero jamás lo conseguí para comprarlo (pueden leerlo gratis y legal en Scribd) y tampoco me maté mucho, porque si bien esta antología me encanta no me gustó tanto como otros de sus libros y aún tenía mucho de la autora por descubrir, peroooooooooo ahora no tengo nada de ella que descubrir, ya leí casi todo y tengo todo lo que no leí, así que ya que estaba en un frenesí incontrolado de compras, lo vi y decidí comprarlo para ya tenerlo y releerlo prontis.

Todo muy lógico. Lo sé.


La ciudad de vapor de Carlos Ruiz Zafón

Esta obra póstuma de Zafón reúne un par de historias cortas sobre El cementerio de los libros olvidados, saga que adoro y de la que les hablé recientemente.

Lo necesitaba para ayer y, aunque creo que será mi última lectura del año, me da mucha pena terminar la saga para siempre. Me cuesta mucho soltarla  #LectoraTóxica


Cómo provocar un incendio y por qué de Jesse Ball

Sí, como primera medida quería este libro por esa tapa POR FAVORRRRR. Obra de arte completa.

Esta novela juvenil me llamaba por dos motivos (tres si contamos la tapa): el público que la está consumiendo no es el meta, lo están leyendo, debatiendo y recomendando más que nada adultos. Eso me da mucha curiosidad. Y tiene críticas encontradísimas: algunos dicen que es la mejor novela jamás escrita y otros dicen que jamás leyeron tamaña bazofia. 

¿Cómo no voy a querer leerlo?

Especialmente cuando tanto críticas malas como buenas lo comparan (ya sea para destruirlo o para halagarlo) con uno de mis problemáticos universalmente odiados preferidos: El guardián entre el centeno.

Lo necesitaba.


El otro lado de Mariana Enriquez

A este libro que recopila artículos de no ficción de Mariana lo venía pateando porque es carísimo y no sabía si me iba a gustar. Además, es muy grande de tamaño. Y muy frágil. Tanto que me lo mandaron envuelto sin cuidado y llegó destruido. GRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR.

Pero finalmente me ganó la fan y el hecho de que podía comprarlo en cuotas, jajaja

Vamos a ver que tal. Me intimida lo inmenso, quizás lo vaya leyendo de a poco, entre lecturas. 


🎄🎅📚

Como verán, todos menos Entrevista llegaron muy golpeados. Y eso que compré en tres librerías distintas, pero todos llegaron por Mercado envíos y es obvio que tiraron así no más los paquetes. Desrecomiendo fuerte comprar libros en ML, por más que el librero los envuelva bien (cosa que pasó en el caso de todos los libros excepto El otro lado que estaba así no más en una bolsa) pueden PASAR COSAS :)


También les comparto otro regalito porque estoy muerta de amor, me quedé en shock porque mi mamá me regaló esto y no me lo esperaba ni ahí. Me sorprendió TANTO:

Set de 32 brochas, una esponja, corrector de Maybelline, set de polvos para rostro de Maybelline, labial rojo de Revlon, iluminador de Revlon, delineador de revlon, paleta de sombras magnifieyes de Rimmel, esmalte de IDI Make Up


No estoy acostumbrada a que me hagan regalos que no sean ropa y que elijo yo. Son cosas básicas, pero morí de amor. Mi otra pasión en la vida es el maquillaje, así que estoy feliz y me da mucha ternura porque mi mamá no sabe nada de maquillaje y aún así se las ingenió para regalarme casi todo para un maquillaje completito, de productos que uso y tonos que son RE YO 😍 Les juro que me muero de amor.

Lo comparto también así en quince años releo esta entrada y vuelvo a morir de amor.


🎄🎅📚


En fin, sean siempre su propio sugar daddy y les mando un abrazo muy grande y nos leemos muuuy prontito.

¡Un abrazo!

Share
Tweet
Pin
Share
2 comentarios

El cementerio de los libros olvidados me rehuía, o quizá yo le rehuía a él.

A lo mejor presentía que el día que le diera la mano nunca iba a soltarla, pero incluso con ese principio tan a lo Cien años de soledad, incluso habiendo leído y amado previamente al autor e incluso con esa premisa magistral (¡un libro de misterio sobre libros!), no lograba engancharme. Lo empezaba... y lo soltaba. Lo empezaba y otra vez para el estante.

Entonces, ¡ALERTA DE BLASFEMÍA, LECTORES PURISTAS HUID!, logré entrar a esa Barcelona embrujada y a ese cementerio de libros con el que todos soñamos despiertos gracias a un audiolibro y a su MARAVILLOSO narrador, sin cuya voz ya no concibo esta saga ni quiero conocerla de otra forma (de hecho, mi idea inicial era escuchar unos capítulos hasta engancharme y luego continuar la lectura por mi cuenta. Pero cuando lo intenté, la voz de mi cabeza me resultó plana, sosa y sin matices. Me sentía sola y le faltaba chispa. Extrañaba al narrador. Decidí ahí desistir y escuchar la saga entera. La devoré en un mes y piquito). 

La saga no es perfecta, pero creo que sí es merecedora de la fama que la precede. 

El primer y, sobre todo, el último libro fueron mis favoritos. Los dos del medio los sentí... si bien necesarios para la culminación de la trama, más bien accesorios. 

Adoré, en general, la nostalgia, la sensación de permanente gris, las florituras de la narración tan propias del gótico, y a los personajes encantadores, que se instalaron todos, del más chiquito al más grande, en mi cora y me acompañaron noches enteras de trabajo, solo ellos, la soledad, el narrador y yo.

Si tuviera que enumerar qué no me gustó, podría decir que son libros algo predecibles (sobre todo el primero), que realmente sentí que había un poco de relleno en los libros del centro (especialmente el segundo) y que es una saga con toda claridad escrita por un hombre. Y uno de mediana edad.

No me molestó, porque el tono que le daba ese toque me pareció adecuado para la época en la que la historia está ambientada. Y no soy de esas que no saben separar el contexto histórico. Pero sí me hizo ruido o rechinar un poco los dientes de vez en cuando, el micromachismo se nota más que nada en el sentido del humor muy baby boomer y en los personajes femeninos. 

Todas las mujeres de esta saga son esos personajes perfectos pero oscuros, perspicaces, angelicales y sexualizados tan propios de la novela negra de mediados del siglo pasado. Todos.

¿Hay algo de malo en eso? No, pero un poco de variedad no haría daño (y no nos pongamos a hilar fino que no quiero irme de tema).

Finalmente, en el último libro Zafón cambia demasiado a tres personajes importantes, para mi gusto. Tanto que hace que la visión de ellos que creaste a lo largo de toda la saga, cambie para siempre. Y no me gustó. Me puso triste. Creo que es la cosa que realmente no me gustó para nada y no se la perdono. Le perdono todo, menos eso. 

Pero que no me haya gustado no es igual a que no tuviera lógica. La tiene, solo hubiera apreciado otro desarrollo.

Y, a fin de cuentas, nada empaña esta experiencia en realidad. La saga fue todo un viaje y lo disfruté de principio a fin. 

📖💀📖

DESTRIPANDO LOS LIBROS (SIN SPOILERS)




1. La sombra del viento

Tras visitar por primera vez el Cementerio de los libros olvidados, Daniel Sempere, el hijo de un librero, se obsesiona con un escritor desaparecido: el misterioso Julián Carax. Su necesidad obsesiva por saber más sobre él lo lleva a destapar una olla inmensa de secretos, traiciones y peligros.

No es perfecto, quedan cabitos medio sueltos, el misterio de Julián es repredecible, y Daniel es un protagonista que me hizo enojar varias veces, puesto que es un cobarde medio insoportable, pero adoré este libro. Es uno de los mejores construidos y con mayor compromiso narrativo de toda la saga.

Absolutamente maravilloso.

10/10 y ya fue todo.





2. El juego del ángel

David Martin es un escritor fracasado a quien un día se le presenta una oportunidad de otro mundo: un misterioso editor quiere que escriba un libro para él. Un libro que siente las bases para un nuevo culto en el que él, Andreas Corelli, sea Dios. Pero quizá... el señor Corelli tenga más de demonio que de deidad y termine arrastrando a David a su infierno.

La premisa es buena y lo disfrute mucho por momentos. Pero me aburrió un poco por no decir bastante, es demasiado largo, tiene muchas idas y vueltas, David es un narrador poco fiable (lo que está perfecto a medida que avanzamos la saga) y lisa y llanamente detesté la incorporación del realismo mágico y los elementos paranormales. Me sacaron de onda.

Lo que más disfruté fue la suerte de metaliteratura con la que juega Zafón, en situaciones como el describir jocosamente la forma en la que escribe la novela que estamos leyendo, riéndose de sí mismo, o al hacer críticas durísimas pero reales a la industria editorial y aledaños. Amé eso. Mi lado nerd estaba extasiado. 

Pero, honestamente, si hubiera estado leyendo la saga en papel, la abandonaba en este libro. Es bueno, pero denso y muy por debajo de la vara que nos deja el primero. 

5/10 

(Para colmo, un esnob pasó a mansplanearme por qué este es el mejor libro de la saga y no podía no gustarme, cuando comencé el tercero DESCUBRÍ QUE ME LO HABÍA SPOILEADO. Si hay algo peor que un esnob y el mansplaning, es un esnob que en su afán de mansplanearte te spoilea una saga entera, grrrr).




3. El prisionero del cielo

Este libro nos narra las peripecias del querido patiño de Daniel, Fermín Romero de Torres, mientras fue prisionero durante la guerra civil española.

Es un buen complemento y leer a Fermín es un placer. Un  libro duro, lleno de acción, que enriquece la trama un montón. Pero... totalmente insustancial. Fue un suspiro. No podía creer cuando lo terminé. Tranquilamente podría haber entrado parte del cuarto en este tomo, ya que están muy vinculados.

7/10, es muy bueno, pero gustito a poco.




4. El laberinto de los espíritus

La misteriosa Alicia Gris es enviada a Barcelona de incógnita a seguir la pista de Valls, un alto funcionario del gobierno desaparecido. Pero este caso no tiene nada de simple, y pronto va a dejar ver todo un entramado de historias, de traiciones, de actores, de vidas. Y, por supuesto, de peligros.

Valió absolutamente la pena seguir con los libros flojos de la saga para llegar a este, que en sus once mil páginas (bueno, no, pero casi) es un viaje en sí mismo en el que el contenido de los tres libros anteriores se une magistralmente y llega a una conclusión casi excelente y muy emotiva.

Podría haber sido mejor. Podría haber sido más corto. La decepción de lo que hizo con algunos personajes no me la quita ni Dios ni Fermín Romero de Torres. Pero fue un libro alucinante, que disfruté un montón. Una despedida con toda la pompa, que me confirmó que voy a amar y extrañar esta saga toda la vida.

10/10 inclushive cuando me rompió un poco el corazón.


📖💀📖


En fin, si tengo que resumir esta saga en una palabra, sería: MARAVILLOSA.

En mayúsculas. A pesar de todo. Siento que no le estoy haciendo justicia a lo mucho que me gustó ni en lo mucho que terminó siendo esta historia para mí.

Si no la leyeron y tienen ganas, espero que lo hagan y la disfruten tanto o más que yo. Y si quieren darle una oportunidad al audiolibro no van a arrepentirse porque el narrador es realmente fantástico. (Pueden escucharla gratis -y legal- en Scribd durante dos meses haciendo CLICK).

La adoré y prontito va a caer en mis manos la obra póstuma de Zafón con algunos cuentos de la serie: La ciudad de vapor.
Share
Tweet
Pin
Share
2 comentarios
Older Posts

Soy Meli

Amo los libros, los días de lluvia, el café, viajar, los libros, los animales, Sailor Moon, escribir, los libros y los libros. La literatura es mi pasión y por eso elegí dedicarle mi vida: soy editora de ficción juvenil, autora y blogger.
Lee.Sueña. Vuela nació hace más de una década y es mi mayor y mejor proyecto.

¡Bienvenidos todos y espero que lo disfruten!



MI PERFIL │ MÁS INFO

DESTACADAS

CÓMO COMPRAR EN THE BOOK DEPOSITORY + MI EXPERIENCIA
TODO LO QUE NECESITÁS SABER PARA ESTUDIAR EDICIÓN

Lo + popu

  • Jueves de clásicos: Romeo y Julieta
  • ¿Cómo comprar en The Book Depository? + mi experiencia
  • Red, White & Royal Blue de Casey McQuiston

¡Seguime por mail!

↓↓↓ COMPRO MIS LIBROS ACÁ ↓↓↓






Created with by BeautyTemplates